24. El vigor |
Primera parte
No hay cosas que tanto admiren los jóvenes como el vigor decidido en el obrar. Y con razón. Que no en vano es éste uno de los rasgos más hermosos de la voluntad varonil. Pero ¿a qué damos el nombre de vigor?
Desde luego no a los ensueños. Hay muchachos capaces de llevar a cabo mil hazañas estupendas... de pensamiento. Refieren a sus compañeros empresas atrevidas, todo lo que hicieron durante la noche... soñando, de suerte que suelen poner a sus amigos carne de gallina. esto no es vigor. Resolver problemas difíciles de matemáticas, traducir al castellano con estilo castizo las frases kilométricas de Livio, luchar contra los propios defectos; en una palabra, obrar y no soñar, esto es vigor.